<<Ayuda a un estudiante necesitado>>

Br. Rafael Rangel
El doctor Miguel Yaber nos cuenta el viaje que realiza desde Los Andes a la ciudad de Caracas el Bachiller Rafael Rangel, éste lo hace inspirado por la carrera exitosa que había hecho el Dr. Hernández, por tal motivo decide partir a la capital con toda la intención de entrar en la Universidad Central, para hacerse médico.
Pero había un grave problema; Rangel no tenía medios económicos para trasladarse a Caracas y menos costearse estos estudios universitarios. Sin embargo vende todas sus pertenencias y con ayuda de sus familiares, realiza el viaje que podríamos llamarlo de aventura.
Llega a la capital en el año de 1896 en ese momento contaba con 19 años. No pierde tiempo y se dirige a la Universidad Central, estando allí conoce a un bedel y le dice que acaba de llegar desde Los Andes y que venia a estudiar en ésta casa para hacerse médico como su paisano el Dr. Hernández.
Este trabajador viendo al joven Rangel tan ilusionado y en tal facha, se compadece y le permite que se quede en el recinto universitario, para ello le consigue un lugar donde pudiera dormir, siendo este, debajo de unas escaleras que se encuentran actualmente en la escuela de medicina, allí le improvisa una cama, reuniendo unos pipotes de combustible usados y una puerta vieja que la coloca encima, haciendo la función de colchón. No solo recibió ayuda de un precario hospedaje sino también de unas raciones alimentaria que le conseguía este piadoso hombre.
Esta situación irregular no la podía mantenerla el bedel por mucho tiempo, entonces por temor de ser amonestado y despedido de su trabajo, decide poner al tanto al Dr. José Gregorio Hernández, este acude inmediatamente a ver al joven y le dice:
-Oiga Joven que hace usted allí... y Rangel le contestó:
Perdone profesor pero quiero ser doctor como usted y por ese motivo estoy aquí en la Universidad.
A lo que Hernández le respondió:
-Esta bien, pero lo primero es que usted debe ubicarse en otro lugar y pueda dormir apropiadamente, sobre lo de ser Doctor ya veremos.
Entonces José Gregorio lo sacó de las escaleras y le habilitó un cuartico en su mismo laboratorio de la Universidad Central, para que allí estuviera momentáneamente hasta que se le consiguiera un lugar más apropiado.
Fuente:
Natalio Domínguez Rivera "Biografía del Doctor José Gregorio Hernández" 1983
Alfredo Gómez Bolívar